Tala excesiva de árboles.
La deforestación es un grave problema para la salud del planeta que nos afecta a todos y, aunque los intentos por frenarla logran discretos resultados, no consiguen revertir la tendencia. El desastre ambiental ocasionado por la progresiva desaparición de la masa forestal provoca pérdidas ambientales incalculables y de difícil o imposible recuperación. En efecto, más que hablar de árboles hemos de hablar de bosques, de ecosistemas y de todo lo que afecta o depende de ellos, y es precisamente con este enfoque como se entiende que la tala indiscriminada o la tala inmoderada de árboles sea mucho mas que un atentando ecológico puntual en un área concreta, ya que termina afectando a todo el planeta. Sobre todo, además, porque se trata de una práctica muy extendida que se lleva a cabo a escala global, con pérdidas de más de diez millones de hectáreas de bosques.
Uso excesivo de automóviles
Uso indiscriminado de materiales derivados del petróleo.
Los daños o costos ambientales que la sociedad ha provocado al medio ambiente muestran ya sus efectos; la explotación petrolera irracional ha provocado contaminación en casi todos los ecosistemas del mundo afectando al suela, agua, aire, fauna, flora y en especial a la vida del ser humano, tal es así que en aquellas comunidades que están en contacto con la actividad petrolera existe una mayor presencia de enfermedades relacionadas en comparación con aquellas en las que no hay actividad petrolera. Los daños causados por la contaminación por petróleo son varios: Reducción o destrucción de la vida marina, destrucción de los hábitat de toda forma de vida silvestre, reducción total o parcial de las playas costeras y sus animales.
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